CeBrA

Manifiesto

¡NO A LA GUERRA!
NI EN UCRANIA NI EN NINGÚN OTRO PAÍS

Fuera tropas rusas de Ucrania
No a la intervención ni a la expansión de la OTAN

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Desde el comienzo de la invasión Rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022, el número de personas muertas no deja de crecer y son difíciles de determinar. Millones de personas refugiadas han cruzado a los países vecinos, y muchas más han sido desplazadas dentro del país. Los refugiados acogidos en junio en Europa ascendían a 4,8 millones de personas, en su mayoría mujeres y niños. El Gobierno de Ucrania impone a su población masculina el alistamiento y reprime la insumisión. Objetores de conciencia ucranianos que no quieren luchar en esta guerra están solicitando, sin éxito, asilo político en muchos países, entre otros España. Por otro lado, Rusia reprime y encarcela a los miles de ciudadanos y ciudadanas que protestan contra la guerra en su propio país y no deja de bombardear edificios civiles ucranianos. Entre las personas que abandonan Rusia desde que comenzó la guerra, muchos son hombres que buscan seguridad en el extranjero para evitar ser enviados a la guerra.

Aumento del gasto militar.

Fuera del territorio en guerra, la OTAN llama a incrementar el presupuesto militar y apuesta por el aumento de 40.000 a 300.000 soldados de la OTAN en territorio europeo. En España, el Gobierno ha enviado lanzagranadas, vehículos acorazados, artillería y sistemas de misiles al ejército Ucraniano y tropas, fragatas y cazas que permanecen en las fronteras del país. Además, los dos principales partidos del país apoyaron el 14 de julio en el Pleno del Congreso una propuesta para aumentar la presencia militar en Rota y también elevar el gasto militar hasta el 2 % del PIB. Mientras tanto, no se ha incrementado el gasto en educación ni en la sanidad pública y la atención primaria de nuestro sistema de salud sigue deteriorándose.

Militarización de la sociedad.

En la cumbre de la OTAN celebrada en junio en Madrid se afirmó un nuevo «concepto estratégico» donde la OTAN, lejos de apaciguar los ánimos, apuesta por una actitud beligerante y desafiante, alineada con las grandes empresas armamentísticas, que son las principales beneficiadas de la guerra. Es necesario decirlo: se está planteando un escenario de guerra global para defender los intereses puramente económicos de las élites. No serán ellos las víctimas de las guerras que generan. Debemos oponernos al espíritu belicista imperante y reclamar espacios de encuentro, diálogo y negociación. La experiencia del pasado nos muestra que más ejércitos y armas no traen la seguridad ni la paz, sino más conflictos y enfrentamientos; y a más conflictos, mayores desplazamientos masivos, pobreza e injusticia social.

Insumisión a las guerras.

Señalamos a todas las partes implicadas: la responsabilidad de Putin y el ejército ruso de invadir Ucrania, pero también la del expansionismo de la OTAN, la UE y el Gobierno español, ya que la respuesta que han dado es casi únicamente militarista. De hecho, la ayuda financiera y militar de Occidente a Ucrania iguala el gasto del presupuesto militar ruso. Por ello, exigimos el cese de los ataques y la retirada de las tropas rusas de Ucrania, y el freno a la expansión de la OTAN y al envío indiscriminado de armamento a Ucrania que se está realizando desde muchos países, incluido el nuestro. Además, reclamamos el derecho a la insumisión: exigimos que se proteja a los desertores de ambos bandos y denunciamos que se militarice obligatoriamente a quien no quiera empuñar las armas.

apoyo a todas las personas refugiadas.

Recordamos que la guerra en Ucrania es solo uno de tantos conflictos que han asolado buena parte del mundo en las últimas décadas: Irak, Afganistán, Siria, Libia, Yemen, Palestina, el Sáhara Occidental y un largo etcétera, en los cuales también se debe señalar la responsabilidad de Estados Unidos, la OTAN, Rusia y la UE. Exigimos la igualdad de trato a todas las personas que huyen de los conflictos armados: que el mismo trato que se está aplicando a los refugiados y refugiadas ucranias se aplique a quienes llegan de Siria, Yemen, Marruecos o el África subsahariana, a quienes apaleamos en las vallas, deportamos en caliente o, sencillamente, dejamos morir en la mar.

Emergencia global.

Nos enfrentamos a un momento de emergencia global: cambio climático, agotamiento de las fuentes fósiles de energía, inflación… Por no hablar de la amenaza nuclear… Las sanciones solamente están funcionando para castigar a la población rusa y también a la población europea en forma de subidas de precios, mientras las grandes corporaciones de la energía y la guerra aumentan sus beneficios. Científicos y meteorólogos confirman que se está dando un cambio climático como consecuencia del cual sufriremos temperaturas extremas. Y no estamos preparados. En este contexto, lo último que necesitamos es destinar los fondos y recursos a ejércitos y armas, que solo propician una escalada bélica y un empeoramiento de la vida en todo el planeta.

quiénes somos.

No tenemos una agenda política marcada, no nos asociamos con ningún partido político ni somos un colectivo cerrado. Cuantas más personas nos juntemos, mejor. Creemos en la necesidad de impulsar un movimiento que se oponga a la guerra de Putin, la injerencia de la OTAN, la oleada militarista y a todas las guerras, apostando por la solidaridad entre los pueblos, la paz y el desarme.